¿Qué son el PMI y el TIC de Edward de Bono?

Positivo, Negativo e Interesante - Edward de bono | innMentor

Como dijera Edward de Bono en su famoso libro "Seis sombreros para pensar":

Si miráramos una fotografía tomada hace 40 años veríamos que todos llevaban sombrero.

En el siglo XXI el uso del sombrero es raro, siendo seguramente más común su uso en organismos conservadores como lo son los ejércitos o las religiones. Quizás si uno lo necesita por seguridad, como en la construcción; o por higiene, en la industria alimentaria, pero seguro estoy de que es algo poco común en la actualidad.

Los sombreros tienden a definir un rol. Se usa sombrero como parte de un uniforme, algo que de por sí define un rol. Se puede decir que un esposo autoritario que da órdenes a su familia lleva puesto el “sombrero de director de escuela" o el "sombrero de ejecutivo". Una mujer de negocios podrá distinguir los dos roles que desempeña diciéndole a su audiencia cuál sombrero se ha puesto; "el sombrero de ejecutivo" o "el sombrero de ama casa". La ex-Primer Ministro de Inglaterra Mrs. Thatcher comentaba que el manejo del gobierno obliga a la práctica, la prudencia y la frugalidad de un ama de casa.

Pero existen otros sombreros que solemos ponernos con regularidad, como el sombrero para pensar (otros consultan con la almohada) que usamos para considerar una propuesta.

Usemos como ejemplos dos diálogos cotidianos:

  • "No estoy seguro de querer vender el coche. Pues póngase el sombrero para pensar y llámeme por teléfono mañana."
  • El CEO en una reunión: "Esta es una empresa arriesgada. Tendremos que ponemos los sombreros para pensar y ver cómo podremos salir de este embrollo."

El ponerse un sombrero de un modo deliberado es algo muy preciso.

Antiguamente, el que el dueño de casa se pusiera la galera constituía señal cierta de que iba a salir. No había posibilidad de equivocación. La señal era definitiva.

Cuando un policía se pone su sombrero está señalando claramente su deber y su actividad. Un soldado sin gorra nunca aparenta la misma seriedad ni inspira el mismo respeto que con la gorra puesta.

Es una lástima que no exista un auténtico sombrero para pensar que se pueda adquirir en las tiendas. En algunos países europeos existe un sombrero para estudiante que es una especie de gorro de sabio. Pero la erudición y el pensamiento raramente coinciden. Los eruditos suelen estar muy ocupados aprendiendo sobre el pensamiento de otros como para pensar por sí mismos.

Consideremos la utilidad de un verdadero sombrero para pensar planteando algunas situaciones y utilidades:

  • "No me molestes, ¿no ves que estoy pensando?"
  • "Voy a interrumpir esta discusión para que todos nos podamos poner los sombreros para pensar y dedicarnos a este tema."
  • "Quisiera que pensaran sobre esto en este preciso momento. Me agradaría que se pusieran sus sombreros para pensar."
  • "¿Qué te parece si pensamos intensamente esta temática? Hasta ahora, solo me has dado repuestas impulsivas. Ponte el sombrero para pensar."

El imaginarnos a alguien usando un verdadero sombrero para pensar podría servir para evocar el estado mental tranquilo y despreocupado, necesario para que cualquier pensamiento implique algo más que "meras reacciones frente a una situación".

Esto nos llevaría a ver y analizar los distintos tipos de pensamiento. Existe el pensamiento típico del caminar (pensamiento automático), hablar, respirar, que ponemos en práctica todo el tiempo. Contestamos el teléfono. Cruzamos la calle. Entramos y salimos de las rutinas. No necesitamos ser conscientes de cuál pierna sigue a la otra cuando caminamos, o de cómo respirar. Hay un apoyo permanente en este tipo de pensamiento automático. Pero hay también una clase diferente de pensamiento que es consciente y exige mayor concentración; me refiero al pensamiento deliberado y al sombrero para pensar del que veníamos hablando.

Mientras el pensamiento automático sirve para encarar rutinas, el pensamiento deliberado es para hacer las cosas mejor, no solo para encararlas y resolverlas al paso. Todos podemos correr, pero un atleta corre de modo deliberado y se entrena para eso. No hay una forma sencilla para indicarnos que queremos salir del modo rutinario de pensar para ingresar al tipo de pensamiento deliberado. Así pues la expresión "sombrero para pensar" resulta una precisa señal que nos podemos dar y dar a los demás.

 

Comparemos estos dos tipos de pensamiento

Cuando conduces un automóvil debes elegir la ruta, seguirla y mantenerte fuera del camino de los demás automóviles. Gran parte de la actividad que se va dando de un momento a otro depende del momento anterior y del posterior. Buscas señales y reaccionas. Esto es pensamiento reactivo. Así pues, el tipo de pensamiento del caminar, hablar o respirar es muy semejante a conducir en una ruta. Lees las señales de tránsito y tomas decisiones. Pero no trazas el mapa.

El otro tipo de pensamiento está relacionado con el trazado de mapas. Investigas el tema y dibujas el mapa; hoy día con las aplicaciones de iPhone a muchos se nos hace imposible este ejemplo. Lo realizas desde una posición objetiva y neutral. Para hacer esto debes mirar de un modo amplio, general, lo cual es muy diferente del mero reaccionar a las señales de tránsito a medida que van apareciendo.

Este contraste se manifiesta en el ejemplo siguiente (Fuente Edward de Bono):

Imagina que intentas ganar una discusión. Presentas tu caso y expones todos los puntos que lo favorecen. Escuchas a tu oponente solo para atacarlo y dejar en evidencia sus puntos débiles. Estás constantemente atacando o defendiendo. Cada una de la partes reacciona frente a la otra.

Ahora comparemos esto con el modo de trazar un mapa y resaltemos algunos puntos (Edward de Bono los llama PMI):

  • En lugar de solo reaccionar ante una determinada situación, uno traza un mapa simple. Para hacerlo, contemplamos primero la dirección "Plus" (positiva) y anotamos lo que observamos.
  • Luego dirigimos nuestra atención a la dirección “Minus” (negativa).
  • Finalmente vamos hacia la dirección "Interesting” (interesante) y allí anotamos todas las cosas que vale la pena destacar pero no encajan ni en "Plus" ni en "Minus".
  • El mapa está listo; el pensador tiene toda la información para eligir su ruta.

El PMI puede parecer artificial y quizás hasta te parezca tonto, pero al finalizar el mapa uno descubre (siempre) que la atención es dirigida sistemáticamente. Para explicarlo de forma clara les contaré un caso real de un cliente con el cual estaba trabajando en un proyecto de Innovación, que me preguntó si conocía algún medio que ayude a la negociación; la situación era tal que durante meses habían estado discutiendo con una importante empresa petrolera. Le dije que pidiera a todos los ejecutivos involucrados que hicieran un PMI en la próxima reunión. Pocas semanas después me contó que el problema se solucionó en veinte minutos. Una vez trazado el "mapa", se pudo elegir un camino.

Lo mismo podemos hacer a nivel familiar, en nuestras casas, para decidir conjuntamente decisiones radicales. Por ejemplo una pareja con sus hijos, planeando mudarse de Montevideo al interior del país, a Salto, por decir algo. Puede que al final de este breve ejercicio se cancele la mudanza, o se consiga el beneficio de hacer partícipes a los hijos de la decisión; de todos modos el resultado será "atención dirigida sistemáticamente".

El tipo de pensar que traza mapas requiere cierto distanciamiento. No así el tipo automático de pensamiento; caminar, hablar, respirar. En realidad, este tipo de pensamiento reactivo solo puede funcionar cuando hay algo ante lo cual reaccionar. Por esto la noción de que el pensamiento crítico es la forma más completa de pensamiento puede resultar muy peligrosa.

Hay una tonta creencia, basada en una defectuosa interpretación de los grandes pensadores griegos, que sostiene que el pensamiento se basa en el diálogo y en la argumentación dialéctica. (Edward de Bono)

Esta creencia tan bien definida en su libro por Edward de Bono ha hecho mucho daño al pensamiento occidental. La costumbre de la argumentación y la dialéctica es defectuosa; excluye lo creativo y lo generativo. El pensamiento crítico vale para reaccionar ante lo que se pone enfrente pero no hace nada para producir propuestas.

Los escolares se preocupan mucho de reaccionar frente a lo que se les presenta: material bibliográfico, comentarios de los maestros, series de TV, entre otras cosas. Pero tan pronto como el joven termina la escuela deberá hacer mucho más que solo reaccionar. Necesita iniciativa, planes y acción. Y no obtendrá esto a partir del pensamiento reactivo.

Edward de Bono acuñó el término operabilidad para referirse a este "pensar actuante". Es la habilidad para hacer, y el pensamiento que implica. La palabra operabilidad debe ser paralela a "literabilidad" (la capacidad para leer y escribir) y a "numerabilidad" (la capacidad para usar números); como él, estoy firmemente convencido de que la operabilidad debería ser un ingrediente básico de la educación, en un pie de igualdad con la capacidad para leer, escribir y usar los números. En efecto las lecciones TIC (Tareas de Investigación Cognitiva) de pensamiento se ocupan de la operabilidad; establecimiento de objetivos, evaluación de prioridades, generación de alternativas. Y el PMI es la primer lección.

 

En conclusión

  • Si no solo buscamos reaccionar frente a lo que se nos presenta, necesitamos poseer un modo de dirigir la atención.
  • El PMI es una de las formas de hacerlo.(otro ejemplo)
  • A la hora de imprimir algo a color los colores están separados. Primero se pone un color en el papel. Luego se imprime encima otro color. Luego el siguiente y el siguiente hasta que un dibujo, foto o mapa completo queda a la vista.

En el libro "Los seis sombreros para pensar" los sombreros corresponden a los diferentes colores que se usan normalmente en una impresora.

Este es el método que usó Edward de Bono para dirigir la atención. Por lo tanto no solo se trata de ponerse un sombrero para pensar, sino también de escoger de qué color será el sombrero que se va a utilizar.

En el próximo post profundizaremos en el simbolismo y los usos de los diferentes sombreros.

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2 comentarios en “¿Qué son el PMI y el TIC de Edward de Bono?

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